Los mejores carnavales de Italia
La palabra Carnaval deriva del latín carnem levare, una locución referida al ayuno de los días posteriores a la festividad: el Martes de Carnaval, de hecho, coincidió con el último día de celebraciones antes del período cuaresmal, un momento que, para los cristianos, significaba rigor y abstinencia antes de la Pascua. Aunque se trate de una festividad cristiana, Carnaval hunde sin embargo sus raíces en los excesos de los Bacanales, en los Saturnales y en los Lupercales romanos, de los cuales conserva la actitud festiva y transgresora. En Italia, el imaginario del Carnaval está vinculado a la presencia de máscaras, procesiones, largas celebraciones, carros decorados, una serie de tradiciones que varían de región en región y rituales que, a menudo, no son más que un legado de costumbres antiquísimas. Son muchas las personas que, en toda la península, bajan a la calle para lanzar confeti o comer postres en compañía, pero hay algunas manifestaciones que trascienden las fronteras de la ciudad y se convierten en verdaderos eventos internacionales. ¡Aquí están los más famosos!
El Carnaval de Venecia (Veneto)
(Imagen realizada por @iordan_costel_55)
Probablemente el Carnaval más famoso de Italia, el de Venecia es una festividad que tiene orígenes antiquísimos. Las primeras huellas de su existencia se encuentran en la Edad Media, poco después del año mil, y se inspiran en los Saturnales romanos y los Dionisíacos griegos, celebraciones desenfrenadas en las que los roles sociales se invertían entre procesiones, bailes y música. Durante las celebraciones, la máscara jugó una función fundamental en la eliminación de las distancias entre las clases sociales, garantizando el anonimato total de la población y permitiendo encuentros que nunca podrían occurrir a la luz del sol.
Hoy, el Carnaval de Venecia dura once días; en el siglo XVIII, en cambio, en lo que se considera su siglo de oro, seis semanas, en el período de tiempo que transcurría entre la Navidad y la Cuaresma. Fueron los tiempos de Goldoni y su Comedia del Arte, de Giacomo Casanova, de los espléndidos bailes de máscaras en los palacios venecianos: estos se interrumpen bruscamente al final del siglo con la dominación austro-francesa, y el Carnaval en la ciudad se reanudará solo en los años 70 del siglo XX, con el aspecto que lo caracteriza también hoy.
El Carnaval de Viareggio (Toscana)
De origen más reciente que el veneciano, el Carnaval de Viareggio nació al final del siglo XIX, pero en su (relativamente) breve existencia logró imponerse como una de las más importantes manifestaciones a nivel nacional. Se sitúa cerca del comienzo de la Cuaresma y dura un mes, en el que los carros desfilan 5 veces, cada domingo y el Martes de Carnaval. Los protagonistas absolutos de la fiesta son los carros de papel maché, que a menudo se inspiran en la política y la actualidad reinterpretándolos en clave satírica, y el Burlamacco y Ondina, las máscaras de la manifestación, respectivamente las mascotas del Carnaval y de Viareggio, y el símbolo del vínculo entre el mar y la ciudad.
El Carnaval de Ivrea (Piamonte)
El Carnaval de Ivrea, en Canavese, es una institución en Piamonte. Festividad antiquísima (data de la Edad Media), su símbolo es la Vezzosa Mugnaia, la heroína legendaria Violetta, que habría asesinado al terrible marqués Monferrato liberando al pueblo de su régimen tiránico, y que durante el Carnaval desfila en una carroza dorada entre pajes y damas de honor. Los rituales del evento también evocan la leyenda de Monferrato, entre los cuales la más famosa es la icónica Batalla de las Naranjas. Esta última es una competición que no tiene igual en Italia, donde los "naranjos", divididos en equipos formados por cientos de personas y entre los que van a pie y los que están en los carros, representan la revuelta popular contra la tiranía. En juego un trofeo final reservado al equipo que se distinguirá por su ardor y lealtad en el lanzamiento, en las plazas principales de la ciudad, de 7000 quintales de naranjas (que llegan sobre todo de Sicilia y Calabria).
El Carnaval de Cento (Emilia-Romaña)
(Imagen realizada por @antonio.iac)
Cento es una ciudad en la provincia de Ferrara, famosa por haber sido el lugar de nacimiento del Guercino, entre los protagonistas italianos del siglo XVII en la pintura. Precisamente en sus frescos se encuentran las primeras huellas del Carnaval de Cento, manifestación que adquirió una renovada notoriedad después de 1990, año en el que tuvo lugar el hermanamiento con el más célebre Carnaval del mundo, el de Río de Janeiro. En los días del evento, las sociedades carnavalescas de la ciudad se desafían para decidir el ganador del mejor carro: el Carnaval se prolonga durante 5 domingos entre disfraces, bailes y máscaras, pero el evento más escenográfico es sin duda el producto de peluches e inflables, lanzados desde los carros hacia los espectadores.
El Carnaval de Fano (Marcas)
También el Carnaval de Fano, en las Marcas, es uno de los más antiguos de Italia. Es un evento peculiar y folclórico, en el que durante tres domingos los carros desfilan al ritmo de Música Arabita (de "enojada"), una melodía alegre típica del Carnaval fanés que recuerda el jazz, pero que se realiza con instrumentos improbables, entre ellos tubos y latas. Fundamental es la presencia del Pupo, símbolo de la manifestación cuyo incendio marca el fin de las celebraciones, pero también el lanzamiento de quintales de caramelos de los carros (cuya preparación tarda varios meses) a los espectadores. Una versión veraniega del Carnaval de Fano se organiza también en el mes de julio, donde los carros presentes en el Carnaval de invierno desfilan en el paseo marítimo.
El Carnaval de Putignano (Apulia)
También el Carnaval de Putignano tiene su propia versión veraniega, pero la más célebre es sin duda la invernal, que lo convierte en el más largo (dura del 26 de diciembre a la Cuaresma) y más antiguo de Europa. Se caracteriza principalmente por la presencia de grandes carros de papel maché (resultado del trabajo minucioso de los trabajadores locales), de las "Propaggini", el rito que consiste en una declamación satírica de poetas contemporáneos a los potentes, y de Farinella, la máscara-símbolo del Carnaval que toma su nombre de la comida típica homónima a base de garbanzos y cebada. El momento más pintoresco del evento es la Campana dei Maccheroni, que marca 365 campanadas antes del final del evento: mientras se escuchan las campanadas, es tradición para los ciudadanos bailar y comer macarrones con tomate y salchicha.
El Carnaval de Acireale (Sicilia)
Los primeros testimonios del Carnaval de Acireale, en la provincia de Catania, se remontan al siglo XVI y también allí, en la antigüedad, los ciudadanos solían lanzarse naranjas, un ritual que sobrevive hoy en el Carnaval piamontés de Ivrea. Se considera tradicionalmente el carnaval más hermoso de Sicilia: los carros de la manifestación se subdividen en carros alegóricos, carros con adornos y carros en miniatura (llamados Lilliput) y el acontecimiento prevé varias máscaras folclóricas, entre ellas el Rey Burlón, cuya entrega de las llaves de la ciudad marca el comienzo de las fiestas.
El Carnaval de Mamoiada (Cerdeña)
Manifestación folclórica desconocida hasta hace algunos años, el Carnaval de Mamoiada es una tradición que comienza el 17 de enero y se prolonga durante semanas. La fama del evento está relacionada sobre todo con la presencia de los Mamuthones y los Issohadores, máscaras que, con sus trajes (pieles oscuras, cencerros y máscaras de rasgos toscos para los Mamuthones, corpiños rojos, máscaras y calzones blancos para los Issohadores) desfilan en procesión, bailando al ritmo de los bailes populares en las calles de la ciudad e involucrando a los espectadores. No hay carros de papel maché, disfraces de colores o lanzamientos de caramelos: la de Mamoiada es una celebración arcaica, más misteriosa que llamativa, que hunde sus raíces en tiempos primitivos y se refiere a la parte más animal del hombre.
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